COVID19: Si nos necesita seguimos a su disposición. Si necesita un transporte, haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarle.
Existen variantes diferentes en el proceso de recepción y distribución de cualquier carga, todas con sus características especiales y factores críticos a tener en cuenta. La coordinación necesaria por el sector del transporte para suministrar cualquier tipo de industria cambia radicalmente en función del método seleccionado, razón por la cual HTG Express dispone de los profesionales más experimentados para dar un servicio flexible y ágil.
Toda actividad en el movimiento de materiales y componentes que se den dentro de la propia compañía puede considerarse como interno. Un ejemplo clásico de flujo interno es el camino que sigue un material desde que sale de la gestión intermedia del inventario hasta que entra dentro del propio proceso de manufacturación y transformación.
Dentro del flujo externo, existen dos categorías. En caso de que los materiales o consumibles se muevan desde el proveedor hasta el almacén o punto de producción se considera que el flujo de suministro es ascendente. Un producto manufacturado, en cambio, comenzaría un flujo de distribución descendente; teniendo como ejemplo clásico el embalaje, manipulación, transporte y almacenamiento final del producto.
Dentro de los flujos externos existen diferentes maneras de organizar la logística, siendo los siguientes cuatro los más utilizados actualmente.
Flujo tenso
Como ya trató anteriormente HTG Express en un artículo específico, el flujo logístico tenso supone la entrega de suministros a la industria de manera constante y coordinada, de manera que el proceso de producción no pare, pero a la vez evite costes de almacenamiento.
Utilizar esta metodología exige integrar un servicio de transporte urgente dentro del propio sistema de manufactura y trabajar coordinados.
Método push
Esta manera de organizar el proceso de manufactura es una de las más clásicas en la industria tradicional. El método consiste en la previsión de los pedidos que se vayan a tener en función de la producción anterior y la evolución del mercado.
Una vez analizada la situación se toma la decisión de marcar una cuota y se comienza la movilización de los recursos humanos y materiales, activando todas las necesidades de transporte de manera organizada.
Una de las ventajas de este método es que en caso de que surja y aumente la demanda, la industria ya está preparada y solamente debe aumentar el flujo de transporte externo para llegar a las cuotas necesarias. Por otro lado, en caso de que la predicción no se ajuste a la demanda real, se puede llegar a sufrir pérdidas por exceso de existencias o aumento en el coste de producción.
Flujo de fabricación o método pull
Este método, que ha crecido exponencialmente según se ha aumentado el uso de Internet para el gran consumo, se basa en la manufactura sobre pedido. La producción de cada ítem se activa en el mismo instante en el que se crea la compra, de manera prácticamente individual.
La fabricación on demand consigue reducir al mínimo el almacenamiento de materiales y el riesgo de pérdidas por falta de ventas del stock, pero es muy sensible a cambios externos, como una subida de precio repentina en componentes y materias primas, o problemas inesperados en las rutas de transporte. Como ya se pudo comprobar tras el aumento exponencial en la demanda de mascarillas en 2020 o el bloqueo del canal de Suez, muchas industrias que se basaban en este sistema no pudieron adaptarse a la situación.
Flujo sincrónico
Este método se centra especialmente en el orden de llegada de los suministros requeridos. Organizar la manufactura de esta manera supone coordinar el sistema de transporte a medida que va avanzando el propio proceso de producción.
Al entregar un material o componente en el mismo instante que se necesita se consigue evitar el coste de almacenamiento, pero requiere un nivel de organización muy preciso, además de que no es adaptable a todos los procesos industriales.