COVID19: Si nos necesita seguimos a su disposición. Si necesita un transporte, haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarle.
Posiblemente esa sea la pregunta que se hacen las empresas a lo largo y ancho del planeta, que en los últimos años han visto incrementados sus gastos en logística. Pero, ¿qué hay en realidad detrás de estas subidas en el precio del transporte?
Obtenido un presupuesto, a igualdad de servicio, el importe apenas se diferencia de una oferta a cualquier otra de la competencia. Se podría decir que, pese a la casuística de cada compañía de transporte de mercancías por carretera, el panorama es similar para todas ellas.
El tópico de que el transportista que trabajaba mucho podía vivir con amplias comodidades es, precisamente, eso: un tópico. Semanas lejos del hogar y de la familia, además del riesgo de estar en la carretera, han dejado de convencer a la población más joven. Falta relevo generacional para los conductores, que tampoco pueden permitirse una inversión inicial en un vehículo con el que empezar a circular y transportar cargas.
Se estima que sólo en Europa harán falta en los próximos dos años cerca de 40.000 transportistas formados para poder cubrir la demanda actual, que a su vez se ha visto incrementada especialmente por el auge del comercio electrónico.
Los ecos de la pandemia que comenzó en 2020, sumados a la guerra en Ucrania, han hecho que el precio del carburante suba por las nubes. Más allá de las noticias recientes, el aumento en el coste lleva tiempo produciéndose, de forma gradual pero constante. Ya con la crisis económica del 2008, lejos de reducir los márgenes, las compañías eléctricas y petroleras los aumentaron sin reparos, llegando a recibir sanciones de la Comisión Nacional de la Competencia.
A día de hoy, el coste de poner en marcha el vehículo se ha disparado hasta un 50%, sin tener la certeza de que la situación pueda revertirse a corto plazo, bien por una intervención política o bien por un cese en la guerra energética.
La industria, y toda la cadena de suministro posterior, se han visto afectadas de manera directa por la escasez de materias básicas para los diferentes procesos de fabricación. Eléctrico, automoción, aeronáutico… son muchos los sectores que han parado temporalmente su producción ante la imposibilidad de continuar con la cadena.
El mejor indicador para ello es el Índice de Producción Industrial, que en España sufrió un descenso del 34’8% en marzo de 2020. Y, pese a recuperarse parcialmente unos meses después, se prevé que a lo largo de los años siga perdiendo peso en el PIB.
Los cambios normativos, que afectan tanto a la Unión Europea como a algunos países concretos, han sumado nuevas necesidades en el proceso logístico. Especialmente centrado en relación a los vehículos ligeros, el nuevo Paquete de Movilidad pone sobre la mesa un escenario diferente.
El nuevo Paquete de Movilidad pone sobre la mesa un escenario diferente con cambios normativos que han sumado nuevas necesidades en el proceso logístico.
Todos los factores citados, sumados a los gastos inherentes del propio transporte, han llevado a la actual situación en la logística. En HTG Express, mantenemos nuestra compromiso de seguir ofreciendo las mejores opciones: trabajamos para el cliente, sin dejar de lado al transportista.
Un departamento dedicado en exclusiva para el desarrollo de los proveedores, otro para el seguimiento las 24h, así como el refuerzo de la plantilla para hacer frente a situaciones críticas, nos permiten seguir optimizando la gestión de los vehículos y minimizar al máximo posible el impacto económico.